Esta obra ha tenido metamorfosis. Ha sido volteada una y otra vez por el destino.

La pieza original tuvo una mención honorífica en la Bienal Tamayo XII.

Se basa en un cuadro de René Magritte donde se encuentran los retratos de artistas surrealistas con ojos cerrados y se ve un desnudo al centro donde se lee: “Yo no veo el desnudo en el bosque”, “Je ne vois pas la caché dans la forêt”.

Hice una reinterpretación basado en todos los presidentes de nuestro país con los ojos cerrados porque nunca ven lo que está pasando, o quizás siempre “se hacen” los que no ven.

Yo incorporé una imagen al centro basada en Edward Weston sobre la “Coatlicue mexicana”. También un desnudo. Un trabajo en carboncillo y grafito que en algún momento se despegó de la obra y entonces decidí romperlo en pedazos para después volverlo a pegar.

El concepto de la obra tiene que ver con la idea de que no importa quien esté en el poder, todos los gobernantes son siempre la misma diva. Y agregué a Marilyn Monroe para representar a esa diva. Imágenes de Marilyn con ojos cerrados recortados para sobreponerse a los presidentes.

La tela del cuadro, con el tiempo se fue deteriorando y mientras viví en Cholula se llenó de alimañas. Fue entonces que decidí agregarle esas figuras de arañas, escorpiones, bichos, que también representan a esos políticos reencarnados en una obra apocalíptica.