Estrictamente Público

Arturo Elizondo

Esta es una obra colectiva.

En 2012 el artista plástico Arturo Elizondo visitó las 17 juntas auxiliares de la ciudad de Puebla para hacer una obra colectiva que se presentó en las Galerías del Palacio Municipal, como parte de la exposición Estrictamente público, en la que se incluyeron pintura, fotografía, video y los dibujos producidos por los niños, jóvenes y adultos participantes, además de una serie pictórica propia generada a partir del ejercicio.

Dicho proyecto estuvo basado en una dinámica explorada durante febrero de 2010, cuando en la misma galería se incluyó una zona de trabajo para que los visitantes, a partir de fragmentos de la novela Pedro Páramo y del libro de cuentos “El llano en llamas”, de Juan Rulfo, trabajaran en una composición pictórica.

Como parte de la beca otorgada por el Sistema Nacional de Creadores, siguiendo la misma dinámica del 2010, esta vez Arturo Elizondo recorrió durante un mes las 17 juntas auxiliares de la capital para llevar a cabo este proyecto y el propio artista señala que se distinguen dos tipos: las tradicionales que se asemejan a un pueblo, tanto por su construcción social como por su distribución, convirtiéndose en lugares absorbidos por la ciudad en la que sus habitantes están rodeados –y cada vez más engullidos– por el sistema; y las otras, las que se generaron a partir de la migración y la construcción de zonas habitacionales –como los Infonavit–, que se convierten en parte de la zona urbana y en las que se construyen nuevos lugares de convivencia.

De las juntas auxiliares más urbanas, en cambio, pudo percibir que las personas suelen ser más participativas como fue el caso de la señora Petra, quien rentó un espacio para que los niños pudieran pintar. Pese a ese ánimo de colaboración, acotó, es claro que se mueven dentro del mismo sistema de consumismo y violencia como sucede en las grandes urbes, algo que afectó sus dibujos.

Si bien el ejercicio de leer un fragmento de la obra de Juan Rulfo para realizar un boceto, significa un acercamiento de los participantes con las artes plásticas y la literatura, Arturo Elizondo consideró que el principal cambio sucedió en él mismo.

“Fue un experimento que me cambió a mí. Me di cuenta que la mayoría de los proyectos que se hacen con fondos del Estado, con las becas, son personales y con ellas el artista tiene la responsabilidad de producir. En este caso regresé a la parte pública del arte con esta dinámica de involucramiento de las personas con el proceso creativo”.

Sin querer llamarlo “arte social”, confió que el proyecto le provocó una reflexión sobre el contexto actual en el que se desenvuelve el arte contemporáneo, y de cómo también se ha vuelto un espectáculo el producir arte.

“¿Qué son las bienales o las ferias de arte?”, preguntó Elizondo, para responder que son espacios que tienen al dinero como común denominador, que refleja a “esa cultura democrática de gentrificación o aburguesamiento, en donde el peso del dinero va encima de los artistas quienes terminan diciendo que sí a todos esos lineamientos”.

Agregó que sin contraponerse a ese sistema predominante, el proyecto permite establecer una mirada distinta sobre el arte y el artista, mediante la construcción de la identidad que se opone a la homogeneización del individuo que proponen las políticas globales.

“Cuando los sistemas están tan coludidos, los intereses de la cultura en México proponen que Televisa es el modelo cuando no es así, ya que es una aberración, quitándole a la gente la posibilidad de contactar con los procesos artísticos”.

Así, ahondó que “Estrictamente público” se apoya en una idea esencial del arte que indica que éste se construye a partir de la mirada del otro, por lo que al final es una obra colectiva hecha a partir de la propia gente, dejándoles una semilla más crítica.

El proyecto nace de la idea de hacer un “arte anónimo, el generar una obra que es casi imposible”, a partir de la colaboración de más personas y la cual el artista es un fragmento del proceso total, el cual se dará por sí mismo.

Para concretar esa idea, el pintor trabaja desde hace tiempo con internos del Centro de Readaptación Social en Cholula, en donde ha tenido “una perspectiva radical de su trabajo” por las condiciones particulares en las que se desenvuelve: “son personas privadas de su libertad inmersas en un sistema carcelario equivocado, en el que están para ser castigados”.

Explicó que en los talleres, en los que no sólo se lee la obra de Rulfo y se pinta, sino que se complementan con charlas sobre historia del arte, los participantes están felices porque esa reclusión también les permite tener todo el tiempo para experimentar.

El artista señaló que “en este proceso creativo, a lo que quiero llegar es a que las personas me cuenten una historia, su historia”.

Acércate a la colección de proyectos de Arturo Elizondo para el SNCA:

Proyecto Rulfo

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RIA

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Públicamente Anónimo

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Desplazamiento Gentrificado

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Juntas Auxiliares

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